El componente clave de los transmisores de presión son los sensores basados en la tecnología de capa fina de acero, con diseño totalmente soldado y sin junta tórica. Esta tecnología, desarrollada internamente junto con el ASIC específico de aplicación, garantiza la máxima estabilidad y fiabilidad a largo plazo incluso en condiciones ambientales exigentes.
Para cumplir los requisitos de la medición de presión de hidrógeno, como la fragilización y permeabilidad, se cualificó una aleación especial de acero austenítico reforzado con nitrógeno, compatible con el hidrógeno y con propiedades ideales para construir sensores robustos, precisos y estables a largo plazo.
La imagen muestra las características clave que hacen a estos transmisores adecuados para aplicaciones móviles y estacionarias de hidrógeno, como pilas de combustible, electrolizadores, compresores y tanques de almacenamiento. Además, cuentan con certificaciones específicas para garantizar su uso seguro en aplicaciones críticas.